LA ATLÁNTIDA DE PLATON: MITO LITERARIO O LECCIÓN DE MORAL PÚBLICA

Lic. Miguel Angel García Alzugaray 

El filósofo griego Platón fue el primero en hacerse eco de una leyenda de la antigüedad en la que se menciona un reino mítico situado en una isla o península llamada Atlántida. En sus "Diálogos" hará referencia de ella a través de Critias, discípulo de Sócrates. Según el relato de Platón, Critias oyó esa historia contada por su abuelo, que a su vez la había escuchado del político ateniense Solón y a éste último se la habían transmitido los sacerdotes egipcios de la ciudad de Sais, situada en el delta del Nilo.

Sitúa la ubicación de esta poderosa nación en el Mediterráneo, en un periodo de tiempo nueve mil años antes del momento en el que se produce el diálogo en la que se la menciona. Describe su fundación y orígenes bajo la advocación del dios Neptuno, así como su geografía y sus leyes. También explica algunos cultos relacionados con el toro, la confederación de pueblos gobernados por la asamblea de sus reyes, la organización del ejército y la abundancia de sus riquezas. Aparece el nombre de Gades entre los lugares conocidos que menciona. Finalmente será destruida para castigar la soberbia de sus habitantes, que habían olvidado las tradiciones de sus mayores y las enseñanzas de sus dioses.

En el siglo I a.d.C., Estrabón y Posidonio están en la convicción de que el relato de Platón no era resultado de la imaginación literaria del filósofo, sino que se ajustaba a una realidad de recuerdo impreciso. Plutarco (s.II d.d.C) dará los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían contado a Solón la historia de la Atlántida, haciendo mención de Psenophis (Sais) y Sonkhis (Heliopolis). Por su parte, Proclo hará alusión al viaje que hizo a Egipto que Crantor, filósofo de la Academia platónica y como pudo ser testigo de la existencia de unas inscripciones en las que aparecía la historia que había referido Solón.

Muchos serán los historiadores, arqueólogos e investigadores de todos los tiempos que intentarán descifrar el misterio de la Atlántida. Sobre todo, después de que Schiemann descubriera la ciudad de Troya siguiendo las pistas encontradas en las lecturas de Homero. Las hipótesis sobre su posible asentamiento han sido, en la mayoría de los casos, especulativas y con escasa base científica. Seguramente una de las que ha cobrado más fuerza es aquella que la relaciona con Grecia (Cultura minoica) y España (cultura tartésica). En ese sentido, las teorías encontrarían afinidad con algunos topónimos mencionados por Platón y que hace referencia al Mediterráneo, África y a la que fuera colonia fenicia de Gades.

Platón murió hacia el año 347 adC, y en sus últimos años se dedicó a impartir sus enseñanzas en la Academia de Atenas.

Las ideas filosóficas de Platón han marcado el rumbo de toda la tradición filosófica antigua y moderna, ya sea para aceptar sus propuestas o discutirlas. Son la culminación del desarrollo clásico del pensamiento antiguo.

Aunque bien se podría pensar críticamente que ninguna de sus utopías ha llegado a cuajar en siglos posteriores, aunque existe el paradigma que plantea ver en los claustros cristianos una realización del ideal platónico. Mientras que el filosofo da rienda suelta a su ideal imposible en su Academia, esperando de esta forma difundir una influencia ejemplar, a su alrededor se desarrollan los acontecimientos más importantes de la Historia Universal; en pocos años toda Grecia se verá inmersa en una invasión sobre oriente a las órdenes de Alejandro Magno, para iniciar una etapa desligada de la polis. El helenismo y su arte, que Platón no llegó a concebir nunca como parte del progreso, llegará a convertirse en la forma de arte de toda la antigüedad.

Platón era de familia ilustre, descendiente de Codro, último rey de Atenas, por vía paterna y de Solón, el gran legislador ateniense, por la materna. Fueron parientes suyos Critias, uno de los Treinta Tiranos y Cármides, político conservador ateniense. Dos de sus hermanos, Adimanto y Glaucón aparecen en La República.Su verdadero nombre era Aristocles; tuvo una educación acorde con el rango familiar y de él se esperaba una brillante carrera política. Formado en las tradiciones del régimen de Pericles fue su encuentro con Sócrates lo que le hizo reconducir su vida hacia la filosofía. Sus experiencias de juventud marcaron su vida, pero lo que más llegó a afectarle fue la condena y muerte de su maestro, Sócrates, en el año 399 adC.Platón vivió en una Atenas convulsa, donde destaca la muerte de Pericles a causa de la peste y el estallido de la guerra del Peloponeso, la cual acabó con la rendición de Atenas y la consecuente victoria de los espartanos. En este contexto, Platón advirtió que la democracia ateniense carecía de un caudillo verdaderamente responsable y capaz, y que sus dirigentes estaban obstaculizados a cada paso por la necesidad de complacer a la masa popular. Bajo la presión espartana, se estableció en Atenas una comisión de gobierno de Treinta Tiranos que monopolizaron todo el poder; entre ellos se hallaban Critias y Cármides. Pronto se convirtió en un gobierno de terror donde todos los elementos incómodos fueron asesinados. Más de 1500 ciudadanos atenienses encontraron la muerte. La salvación de la ciudad vino de fuera; un grupo de desterrados atenienses se levantó contra los tiranos y el gobiernos de los treinta cayó y en el 403 los demócratas volvieron a la ciudad de Atenas instaurando el gobierno de los Quinientos. Fue esta democracia la que sometió a Sócrates acusándole de impío y de corromper a la juventud. Los atenienses le condenaron a muerte y Platón sintió una profunda decepción ya que consideraba a su maestro como una de las personas más justas y sabia de Atenas. Fue de este modo, como Platón abandonó todo interés por la política. Es en uno de sus últimos documentos, la carta séptima donde muestra su desencanto y amargura al comprobar cómo en las crisis constantes no tenía sentido hacer política en una democracia como la ateniense.

El diálogo Timeo y Critias es un ejemplo más de sus utopías, la más famosa a lo largo de la historia, y de su gobierno ideal. Se trata de una obra incompleta, escrita en los últimos años de su vida, para exponer un ejemplo "real" de sus ideas. La historia de la ciudad y la isla de Atlántida nos llegó como una historia verdadera, puesto que el mismo Platón utiliza la expresión griega "Alêthinon Logon" que en aquellos tiempo se utilizaba para denominar a "una historia que era verdadera" y como tal es traducida en todas las versiones latinas de dichos diálogos, o sea, "veram historiam", en franca contraposición al Mithos o cuento fabulado.Protagonizan estos diálogos dos ancianos que charlan sobre una ciudad, de menor rigor idealista que la respuesta en La República, aunque no menos utópica. Platón continuaba en su afán de imaginar ciudades muy distintas de la democracia ateniense. Creía indispensable construir esa polis ideal, si no en la tierra, al menos como un paradigma o modelo celeste.

La descripción detallada que hizo de la mítica isla y la mención de que se trata de una historia verdadera llevó a muchos investigadores a proponer diversas conjeturas sobre su ubicación y existencia.

Durante la Antigüedad y la Edad Media prevaleció la interpretación del relato como una alegoría, pero a partir de la época Moderna y, especialmente desde la segunda mitad del siglo xix, durante el Romanticismo, se multiplicaron las teorías sobre la Atlántida, identificándola con diversas culturas del pasado o con la cuna de la civilización.

La moderna investigación, no obstante, ha comprobado que no existen las supuestas fuentes egipcias del relato y que la narración presenta anacronismos y datos imposibles, lo cual lleva a descartarla como histórica. Algunos investigadores, sin embargo, admiten la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a algún desastre natural.

Así por ejemplo, eEn 1938 el arqueólogo griego Spyridon Marinatos plantea que el fin de la civilización cretense, a causa del volcán de Santorini podría ser el fondo histórico de la leyenda. La idea será trabajada por el sismólogo Angelos Galanopoulos, quien en 1960 publicará un artículo en donde relaciona la tesis cretense con los textos de Platón. Si bien el propio Marinatos sostuvo siempre que se trataba de una simple especulación, la tesis de la Atlántida cretense ha tenido amplia aceptación y captado muchos seguidores, entre los que contaba el oceanógrafo francés Jacques Cousteau.

Al propio tiempo, el hecho de que la fuente sea una tradición no comprobada y la evidencia de que en los diálogos se hace uso de la ironía hizo que otros estudios considerasen a la historia como una invención literaria destinada a expresar ciertas ideas políticas de Platón.

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milos el primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida, donde los participantes expusieron sus tesis sobre la base histórico-geográfica del relato de la Atlántida reflejado en los diálogos de Platón. Como resultado del congreso, se elaboró una lista de 24 criterios para la localización de la Atlántida. Se convocaría un segundo encuentro en Atenas en noviembre de 2008 y un tercero en Santorini en el año 2010.

El objetivo del congreso no era "establecer si la Atlántida existió o no, ni de localizarla de una vez por todas, lo que sería presuntuoso para una historia vieja de más de 2.500 años", sino más bien "pasar revista a las hipótesis y censar los eventuales índices confiables", explicó a la AFP Pavilidis, al inaugurarse el evento.

El Tiempo.com, Atenas/AFP

El experto señaló que el mito de la Atlántida propuesto por Platón, recoge sin lugar a dudas, su percepción acerca del costo de la guerra en lo económico y social, derivado de su observación del conflicto armado entre los siracusanos y los cartagineses. Este relato presentaría un mensaje moral, muy actual por cierto, alrededor de una sociedad que al hacerse rica se torna belicosa y corrupta, y por ello es destruida por un castigo divino.

Dicha postura, en general, coincide con los estudiosos del pensamiento platónico, quienes proponen que Platón simplemente elabora un relato mítico con base en hechos y localizaciones reales de la época tomando elementos de las descripciones etnográficas de Heródoto. Al respecto, no debe olvidarse que el propio Platón recomienda, en su estudio de la polis ideal, el uso de una noble falsedad para poder discutir y consolidar el sistema político ideal.

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