EL ASCENSO DE TEBAS: BATALLA DE TEGIRA

 Lic.Miguel Angel García Alzugaray

Paralelamente al ascenso de la segunda liga marítima Ática tuvo lugar el ascenso de Tebas.

Atenas estaba aliada con Tebas, que a su vez era miembro de la liga marítima. Y esta alianza revestía para Atenas una enorme importancia, pues obligaba a los espartanos y sus aliados a dirigir su atención sobre Tebas y Grecia central, de manera que no podían volverse con toda su fuerza contra Atenas.

El ejército peloponesio del rey Agesilao apareció en Beocia en el verano del 377.Se le enfrentaron las fuerzas coaligadas de Tebas y Atenas, bajo el mando de Cares, que evitó el enfrentamiento directo con el estratego espartano.

Al año siguiente, otro ejército espartano al mando de Cleombroto lo intentó de nuevo, sin conseguir los objetivos prefijados. Mientras, los peloponesios eran derrotados en el mar decisivamente, en el estrecho entre Naxos y Pharos.

Para Tebas, la más grande ciudad de beocia, era vital volver a crear la liga. Y lo consiguió tras liberarse del yugo espartano en 379. Los magistrados más importantes eran los beotarcas, en número de 7. También existía una asamblea popular de todos los beocios, en la que se discutían los asuntos relativos a la alianza. Aunque nunca hubo una nación beocia unida, las diferentes ciudades de beocia eran demasiado fuertes, pero todas se subordinaron a la jefatura de Tebas.

Al mismo tiempo que la reinstauración de la liga beocia, apareció en el norte de Grecia un nuevo poder.Se trataba de Tesalia, y su ascenso estuvo íntimamente ligado a la aparición de la figura de Jasón de Feras, un individuo de gran cultura y grandes dotes intelectuales.

El ascenso de Tesalia no era bien visto por sus vecinos, entre los que se encontraban los espartanos. Ademas, Jason de Feres ,teges (jefe absoluto) de Tesalia podía movilizar un ejército de ocho mil jinetes y 20.000 soldados de infantería, lo que consistía en una fuerza muy a tener en cuenta en aquel momento. Ni siquiera la liga del Peloponeso podía reunir tal ejército sin un gran esfuerzo.

Batalla de Tegira (375 AC)

En 375 AC, Pelópidas, supo que la guarnición espartana de Orcómeno había ido a una expedición a Lócrida, partió con el batallón Sagrado y una pequeña fuerza de caballería, con intención de apoderarse de la ciudad mientras estaba sin vigilancia. Cuando los tebanos llegaron a la ciudad, sin embargo, se enteraron de que una fuerza importante había sido enviada desde Esparta para reforzar la guarnición de Orcómeno, y se acercaba a la ciudad. En consecuencia, Pelópidas se retiró con su fuerza, pero antes de que los tebanos pudieran alcanzar la seguridad en Tegira, se encontraron con la guarnición espartana original que regresaba de Lócrida.

La fuerza tebana era en gran medida superada en número por los espartanos, se estima que los duplicaban. Estaba constituida por el famoso batallón Sagrado, una tropa selecta formada por 150 parejas de amantes homosexuales. Era la fuerza principal junto a otros dos moras o batallones de hoplitas, infantería ligera y caballería. Los espartanos tenían dos philae o regimientos uno de ellos ateniense y sus efectivos serían 2.000 hoplitas más la infantería ligera y caballería.

Plutarco señala que un soldado tebano, al ver la fuerza enemiga, le dijo a Pelópidas "Vamos a caer en manos de nuestros enemigos", a lo cual respondió Pelópidas "Y por qué no ellos en las nuestras"; Pelópidas, a continuación, ordenó a la caballería tebana cargar mientras la infantería adoptaba una densa formación anormal en su costado izquierdo.

Cuando las dos falanges chocaron, el primer encuentro fue muy reñido y fue inconclusivo, en el segundo choque, murió el jefe espartano y los lacedemonios abrieron sus filas, la compacta formación tebana rompió la línea espartana en un punto de contacto y luego se volvió a atacar los flancos vulnerables de los espartanos a cada lado.

El grupo de espartanos se dispersaron y huyeron, aunque la persecución tebana se vio limitada por la proximidad de Orcómeno ya que los espartanos tenía allí establecidas más unidades.

En el año 375 a.c. hubo un intento de firmar una paz duradera entre atenienses y espartanos. Con la mediación del rey de Persia, siempre medrando en los asuntos griegos, y del tirano Dionisio de Siracusa se concertó un tratado de paz en el que también participó Tebas.

Según los términos de dicho tratado, Atenas lograba considerable ventaja, confirmando su liderazgo a la cabeza de la segunda liga marítima. Esparta se vio obligada a retirar sus guarniciones de las ciudades rurales beocias, lo que beneficiaba enormemente a Tebas.

Además, Atenas obtenía dos importantes territorios: Anfipolis, la importante ciudad en el estrimon inferior y el Quersoneso tracio, península que controlaba el paso del Helesponto.

Pero esta paz fue muy breve. En Tebas había emergido la figura de Epaminondas, que dirigió a las tropas tebanas en una campaña en la que asaltaron Platea y la arrasaron en 373.Anexionaron Tespia y reclamaron otras ciudades cercanas.

Epaminondas, hijo de Polinimedes, descendía de una familia de ciudadanos tebanos que no contaban con mucho dinero pero que dieron a su hijo una educación esmerada. Al igual que los demás niños de su edad, había sido instruido en ejercicios músicos y gimnasticos, y pudo disfrutar de las enseñanzas de Lisis, filósofo pitagórico que había tenido que huir del sur de Italia.

Epaminondas era absolutamente insobornable, y para conservar totalmente su independencia vivía en un estado de pobreza voluntaria. Nunca se casó, pero tenía gran amistad con muchos líderes tebanos, sobre todo con Pelópidas.

No había participado en las luchas partidistas de Tebas, y en la liberación de su ciudad de los espartanos tampoco había tenido una participación importante.

Llegó al mando del ejército tebano en 377, y en cinco años lo convirtió en un instrumento bélico de primer orden.

El sistema clásico de combate decía que los hoplitas se colocaban en hileras de 8 hoplitas de profundidad, de tal manera que todos luchaban a la vez, pues el de atrás llegaba con su lanza a proteger al hoplita situado justo delante de él.

Epaminondas dispuso que el ala izquierda de su falange dispusiera de una profundidad de al menos 50 hoplitas, dando a los hoplitas de atrás unas lanzas muy largas, para llegar más lejos.

Y en las primeras filas colocó al precitado Batallón Sagrado,.

Epaminondas instauró lo que más tarde se llam´ó la falange oblicua. En el sistema tradicional hoplita, los mejores soldados se colocaban siempre en el ala derecha. Epaminondas dispuso que sus mejores tropas se colocaran a la izquierda de su línea, de frente a las mejores tropas del enemigo. Con esta disposición, la falange tebana lograba romper la línea de la falange enemiga, menos profunda en ese punto.

La caballería y los peltastas defendían los flancos de la falange, para no ser envueltos por el enemigo antes del primer choque entre las falanges contrarias.

La destrucción de Platea constituyó un fuerte golpe para Atenas. Los atenienses pensaban que Tebas era su aliado, aunque nunca habían tenido intenciones de comprometerse formalmente con los tebanos.

Bajo la mediación del rey de Persia se hizo un nuevo intento para lograr la paz. En el 371 se reunió en Esparta un nuevo congreso para la paz, en el que estaban representados, además de las diferentes facciones griegas, representantes de Dionisio de Siracusa y del rey de Macedonia. Se volvió a firmar la paz, en la que se volvía a reconocer como base de la paz la autonomía de los distintos estados.

La cláusula de la autonomía hizo que resultara imposible a los tebanos aceptar el tratado de paz. Trataron de que el congreso reconociera a la nueva liga Beocia, algo a lo que los espartanos se negaron firmemente.

Atenas seguía sin querer comprometerse con Tebas. Y los espartanos exigieron a los tebanos que liberaran las ciudades recientemente ocupadas. Y dieron la orden a Cleombroto, rey de los espartanos, de penetrar en Beocia entrando desde la focide, para reforzar la exigencia espartana.

El ejército lacedemonio era numéricamente superior, pese a lo cual Epaminondas convenció a los tebanos para que aceptaran la batalla. Ambos ejércitos se encontraron en julio del año 371, a 11 kilómetros de Tebas, en un lugar llamado Leuctra.

FIN


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