ACIS Y GALATEA
Lic. Miguel Angel García Alzugaray
Galatea era una dulce nereida que había desarrollado un gran afecto por Acis, un pastor que vivía cerca de ella, el cual también sentía un gran afecto por ella.
Sin embargo, Polifemo, uno de los más horribles gigantes, también estaba locamente enamorado de ella y le hacía constantes regalos y agasajos con los métodos más sublimes que podía llevar a cabo, que no lo eran mucho.
Un día, Acis y Galatea se encontraban paseando por el mar, cuando vieron que se acercaba Polifemo, quien al verles se enfureció. Galatea, por no provocar la ira del gigante en sí misma, se escondió bajo el agua, mientras su amado Acis huía y se ocultaba entre unas cañas. Polifemo, poseído por la ira, encontró a su rival y decidió en un arrebato dar muerte a Acis lanzándole una piedra, que le golpeó en la cabeza.
Al descubrir Galatea lo sucedido, se llenó de tristeza, y Zeus, para evitar que su sufrimiento continuara por más tiempo, decidió convertirla en una fuente, y a su amado, en un río, que sigue aún fluyendo en la región de Sicilia, en Italia, como muestra de la perseverancia de su amor por Galatea.